por Lola Pop
Oriunda de Monterrey y portadora de una mirada aguda sobre el lugar de las mujeres en las relaciones de pareja, Michelle Neri estrena el tercer sencillo de su proyecto solista: «Respuesta a la línea del tiempo», una pieza cargada de nostalgia por los sonidos poprock de los 2000 que relata una historia de desesperación y celos.

Porque su propuesta brilla y engancha, no solo venimos a presentarte su nuevo single, sino también más de esta música, compositora y cantante que viene abriéndose camino, a pulso propio y con personalidad bien clara, en el panorama de la música independiente mexicana.
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Michelle Neri: sensibilidad pop norteña

El interés por el arte le vino a muy corta edad.
Primero, sus libretas de dibujos compensaban su personalidad reservada.
Luego, este mismo papel lo hizo la música: con su primer teclado comenzó a aprender a tocar de forma autodidacta, lo que repitió con otros instrumentos, entre los que la guitarra devino su preferido.
–¿Por qué crees que la música fue perfecta para ti como canal para comunicarte con el mundo?
Antes de la música, pasaba mucho tiempo a solas dibujando y escribiendo bastante. Hablaba con quien se me acercara, no busqué a mis amistades. Eso no fue algo que me interesara porque mi mundo era dibujar, escribir y contemplar en silencio el entorno. Considero además que fui observadora, porque me fui cuestionando, por ejemplo, acerca de cómo era posible que mis fuentes de información, en su mayoría, se consideraran confiables o más atractivas viniendo del género masculino.
La música fue un puente en donde me reté a mí misma para ir formando mi propia voz, para que tuviera un peso igualitario, por así decirlo. La música me dio un propósito.
Su experiencia en escenarios arrancó con Primera Toma, banda regiomontana de la que formó parte y con la que se presentó en distintos eventos o locales reconocidos en Monterrey, como Café Iguana, Lago de las Olas del Parque Fundidora o Escena Monterrey, entre otros.
Con esta agrupación, llegaron también sus primeras apariciones en la televisión local.
Una vez que decidió salir del grupo, Michelle Neri continuó perfeccionándose artísticamente: en grupos corales, clases de canto, cursos en línea de Berklee o tocando con otros músicos.
-¿Cuáles son las mayores diferencias y los mayores retos que encontraste entre ser parte de un grupo y armar tu proyecto solista?
Al ser parte de Primera Toma una ventaja era que los integrantes de la banda éramos amigos cercanos y vecinos. Entonces, las tareas se podían delegar.
El reto más grande con el que me he encontrado siendo solista, es el de poder coincidir con personas con quienes realmente sea posible darse un tiempo para sentarse en un sofá, pues ya nos movemos todos en otros tiempos. ¡Ahora es distinto!
Siendo solista, a veces los días son caóticos porque luego uno mismo tiene que encargarse de muchas cosas al mismo tiempo (concepto, redes, música, coordinación de horarios, etc.).
Pero esto también tiene su lado dulce, porque poco a poco se van puliendo las ideas en formas que nunca imaginaste posibles.
Como solista, Neri se estrenó en plataformas en el año 2021 con el título «Amor y odio (Dos cosas)», una historia de incertidumbre por un ir y venir de emociones que no pueden entenderse, en una mezcla de nostalgia y alegría.
En enero de 2022 publicó «Dormir»: una especie de guía hacia un sueño lúcido, en clave de nostalgia roquera.
–En tus canciones, el amor es protagonista. ¿Qué te atrae de las relaciones de pareja?
Cuando escribí estas canciones, yo pasaba por una montaña rusa de emociones. Recuerdo tener muy presente en aquel entonces cómo en mis relaciones cercanas mujeres reconocían como un logro el tener una pareja estable y cómo la mujer, muchas veces sin querer, se prestaba a un rol de personaje secundario.
Con mis canciones, quiero proyectar esos dolores ocasionados por este pensar de personaje secundario en las relaciones de pareja desde una perspectiva femenina, de tal forma que la mujer se empodere, se motive a no quedarse sentada en su sitio y use su propia voz para salir adelante.
Una pareja no te define, más bien: miremos el espejo y hacia adentro. Revisemos qué cosas consumimos de los medios de comunicación y de nuestro entorno cercano.
Que, al responderte, te transformes reconociendo qué heridas hay que tratar. Quererlas, darles su espacio y sanarlas de forma individual.
Una es dueña de sí misma, de su destino. ¡Y somos el personaje estelar!
En el nuevo lanzamiento de Michelle, «Respuesta a la línea del tiempo», aparece como referencia la música de los 2000, algo que viene siendo un elemento de coincidencia entre músicos de su misma generación.
–¿Por qué crees que esta música de los 2000 les atrae e inspira tanto a ti y a no pocos de tus coetáneos? ¿Cuáles de esos artistas podrían ser parte de tus playlists?
Me gusta mucho esta pregunta porque me trae recuerdos de mí misma en una edad en la que, siendo niña, yo me preguntaba por qué en la radio había pocas mujeres sonando en las estaciones.
Me parecía muy chistoso que lo de ese entonces [esos sonidos/esas canciones, ndlr] era simple pero, dentro de su simplicidad, se abrazaba una complejidad que expresaba por completo el sentimiento de quien interpretaba.
Creo que los sonidos del 2000… ¿Por qué nos vemos atraídos a esos sonidos de nuevo? Es que justo nos recuerdan a esos buenos tiempos de ingenuidad, de simplicidad. Es como descubrir o, más bien, redescubrir el sentido humano dentro de la simplicidad.
La grabación de su primer EP solista arrancará a finales de mayo. Antes, llegará el clip con visuales de «Respuesta a la línea del tiempo».
A sus 29 años, Michelle Neri tiene bien claro cuál es el camino que quiere seguir y, nativa y residente de Monterrey, cuál es el lugar de sus orígenes en su música.
–¿Se materializa de alguna manera lo regiomontano en tu música?
Esto no lo había pensado antes, pero creo que lo regiomontano se da a notar al proyectar un dolor disfrazado, como suele pasar en el género norteño.

Michelle Neri en la conversación
IG @nerimichelle
FB @thenerimichelle
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